¿Quién gano el dibujo de la portada
de la patria?
Esta
propuesta fue entregada al escritor Martín Luis Guzmán, empresario del ramo
editorial y nombrado director de la CONALITEG, quien convocó en 1960 a grandes
muralistas como: David Alfaro Siqueiros, Roberto Montenegro, Raúl Anguiano,
Alfredo Zalce, Fernando Leal, José Chávez Morado, entre otros, a quienes les
propuso pintar cuadros con características específicas referente a los símbolos
patrios o pasajes de la historia.
La
primera obra que llegó a manos de los niños mexicanos fue la de Alfredo Zalce,
la cual retrata al pueblo armado dispuesto a la lucha por un cambio, nos
muestra también un campo productivo y una industria floreciente.
Dos
años después se decide modificar estas portadas con una obra de Jorge
González Camarena: “La Patria”, originalmente un óleo sobre tela, de
120 x 160 centímetros, realizado en 1962 que muestra una figura materna, una
mujer protectora, fuerte, que tiene los brazos abiertos y al mismo tiempo es
cobijada por las alas del águila mexicana, la bandera tricolor de nuestro país
y en una mano sostiene un libro en donde se desprende la sabiduría para el
pueblo.
El
cuadro de “La Patria” deja ver el mestizaje puro de la mujer indígena en donde
González Camarena tuvo de modelo a una tlaxcalteca.
La
mujer que posó como modelo para esta pintura fue Victoria Dorenlas, quien
también personificó otras obras de González Camarena, entonces de 19 años, originaria
de Tlaxco, Tlaxcala.
Jorge
González Camarena le propuso que fuera su modelo, para esto ella tenía 18 años
y le contó su situación; resultó que siendo adolescente se casó con un
pistolero al servicio de “un notable político” del Estado de Hidalgo, pero era
un hombre brutal, salvaje pues cuando se tenía que ausentar por el trabajo
descargaba su pistola a los pies de la pobre chica que saltaba para que no le
tocara una bala. Esa era la forma que tenía ese sujeto para que la muchacha se
hiciera a la idea de lo que le pasaría si la encontraba con otro.
“Olvídese”
dijo la muchacha al pintor González Camarena “si mi marido descubre que estoy
posando para usted, al día siguiente habría dos entierros".
A
pesar de ser casada, González Camarena la cortejó insistentemente sin obtener
respuesta favorable de la bella mujer.
Victoria
Dorenlas era mesera de un bar a donde acudían pintores e intelectuales de la
talla de Diego Rivera y hay quien cuenta que el apellido real de Victoria era
Dorentes o Dorantes y no “Dorenlas”. Este apelativo se lo inventó Rivera cuando
en una ocasión tímidamente se acercó al pintor y le mostró algunos de sus
dibujos. Rivera, solo rio y dijo: “Miren a la Doré”, (aludiendo a Gustav Doré)
“Esta va a ser la Dorenlas”.
González
Camarena vigilaba con peligro de su vida y hasta de la joven las salidas y
entradas del pistolero para convencer a la joven ¡Todo fuese por el arte!.
Hasta que un día vio que en la casa donde vivía la joven había un velorio lo
primero que pensó que aquel barbaján había matado a la joven en una de sus
danzas macabras a base de descargas de pistola, pero no el difunto era el
marido. González Camarena respetó el luto durante cuarenta días y volvió a la
carga, hasta convencerla de que fuera su modelo y amante, fue así como figuró
como “LA PATRIA” en los libros de texto de todo México y además,
internacionalizando su imagen en el mural “Integración latinoamericana” que
pintó en el interior de la Universidad de Concepción, en Chile, por encargo del
Presidente Gustavo Díaz Ordaz, inspirado en el poema de Pablo Neruda titulado
“Canto General”.
Jorge
González Camarena, artista jalisciense fue subyugado obsesivamente por la
sensual belleza indígena de Victoria y la pintó y dibujó frenéticamente en
óleos, tintas, estudios, bocetos, retratos, murales, proyectos, y carteles, sin
darse más tregua que la necesaria para amarla carnalmente.
En
1972 la imagen de Victoria Dorenlas fue retirada de la portada de los Libros de
Texto Gratuitos de educación primaria y se volvió a imprimir en los polémicos
libros de Historia en 1992 durante el gobierno de Ernesto Zedillo, pero ni en
la primera ni en la segunda época en que aparece en la portada de los libros de
texto, se hace señalamiento alguno a la modelo que de alguna manera está
emparentada con la bohemia artística del México en el que habitaron mujeres
compañeras de grandes pintores como Frida Khalo con Diego Rivera, Nahui Hollín
con Gerardo Murillo (el Dr. Atl), Tina Modotti con Javier Guerrero.
No
se puede precisar cuál es o fue el destino de Victoria Dorenlas, se llegó a
decir que separada de González Camarena fue compañera del escultor, pintor y
poeta Cutberto Escalante con quien vivió en San Martín Xaltocan, Tlaxcala,
aficionada al alcohol, hasta morir víctima de cirrosis después de una glamurosa
vida en Paris.
Jorge González Camarena
nació en Guadalajara, Jalisco en 1908. En 1918 se trasladó a la ciudad de
México en donde terminó la primaria ingresando después, simultáneamente, a la
Preparatoria y a la Escuela Nacional de Artes Plásticas siendo sus maestros
Mateo Herrera y Francisco Díaz de León. En 1925 el Dr. Atl lo seleccionó para
ilustrar su obra "Las iglesias de México". Vivió en Huejotzingo en
1932 y 1933, donde restauró, comisionado por la Dirección de Monumentos
Coloniales, los frescos del convento del siglo XVI. Trabajó en dibujo
publicitario, pero en 1940 empezó a desarrollar su talento de pintor. Pintó
numerosos murales que le dieron prestigio como su obra titulada México que se
encuentra en el vestíbulo del edificio del Seguro Social, otros en el Museo de
Historia, en Chapultepec y en el Palacio de Bellas Artes. Realizó además
monumentales grupos escultóricos en distintos lugares de la República. Sus
pinturas de caballete, impecables la mayoría, son ilustrativas del México
indígena.
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